El equipo catalán –perfectamente representado por un potente cuarteto: Xavi Puig, Eduardo de la Riva, Alfonso Vidaor y Víctor Bertrán- comenzó a perder la final cuando Fabio Valluzzi y Alberto Ferrer sumaron el primer punto para Son Servera en el foursome (2/1), y Toni Ferrer remató el resultado con su victoria en el primero de los individuales (3/2).

El torneo tuvo un ritmo trepidante desde el inicio. Una vez disputada la primera jornada ‘stroke play’ (juego por golpes) –que decidía qué ocho equipo jugarían por el título- accedieron al cuadro de match El Prat (211), Vallromanes (214), Raimat (217), Llavaneras (217), Castiello (224), Son Servera (225), Villa de Madrid (228) y Manises (230).

Fue a partir de la segunda jornada cuando comenzaron los enfrentamientos directos entre los ocho aspirantes. Esa primera ronda de cuartos de final acabó con las opciones de Llavaneras, Villa de Madrid, Manises y, sorprendentemente, de Raimat, que defendía título y partía como el cuarteto con hándicap de juego acumulado más bajo (-3,2).

Así pues, las semifinales midieron el potencial del El Prat y Castiello, por un lado, y de Son Servera –verdugo de Raimat- y Vallromanes, por otro. Los barceloneses se ganaron su pase a la gran final al ganar 2-1, idéntico resultados que el que cosecharon los jugadores mallorquines ante el cuadro local.